Se siente como un sordo latido del tiempo, el trabajo, dedicación y pasión de quienes celebran la vida en vino. Entre sus cálidas paredes y altísimos techos, se respira un ambiente único y especial.
Los elementos clave son el sol, el suelo, la temperatura, el agua y el trabajo del hombre. Estos elementos conjugados brindan vinos de perfiles distintivos, que expresan el terroir de la región.
Las uvas se producen con esfuerzo y dedicación, cosechadas manualmente en valles de altura. Esto garantiza la calidad y el sabor único de los vinos.
Se pueden disfrutar de experiencias memorables, gracias a la excelencia de servicio y la máxima calidad de productos. Además, se puede disfrutar de un recorrido por cuatro portfolios de vino que representan la diversidad y expresión de la región vitivinícola.
En la cafetería, se encuentra un espacio donde el arte, la arquitectura y el diseño se combinan con el café de especialidad y la pastelería de autor. Un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un buen café.